Ya hemos hablado a cerca de lo beneficioso que es tomarse unos minutos para relajarse e intentar separarse de lo cotidiano llevando nuestra mente hacia algún otro lugar, un paisaje, una situación agradable, las cuales no provengan de nuestros recuerdos sino que aparezcan desde nuestra imaginación, si esto lo hacemos con un guía -en quien confiemos plenamente- los beneficios obtenidos serán mayores porque el factor sorpresa no le permitirá a nuestra mente adelantarse y buscar elementos ya conocidos.
Pero además de alcanzar el estado de relax y bienestar, el trabajo de visualizaciones permite trabajar con símbolos universales como ya lo hemos explicado.
En esta ocasión trabajaremos con los cuatro elementos de la naturaleza, (como se los denomina tradicionalmente) aunque en otras visualizaciones u otros tipos de trabajos veremos que son muchisimos más que 4.
Preparativos:
Buscamos un lugar tranquilo, asegurarse que no habrá interrupciones (personas, teléfonos, etc) encendemos una vela, un sahumerio, un hornillo o apelamos a cualquier elemento que nos brinde una agradable aroma, bajamos la intensidad de la luz o directamente la apagamos. Nos sentamos en un lugar muy cómodo, nunca realizamos este tipo de ejercicios acostados y si fuera posible procuramos sentarnos con las piernas cruzadas y espalada erguida tipo posición de Budha. También podemos poner algo de música, del tipo relax que inspire buenos y maravillosas sensaciones de tranquilidad y plenitud.
Relajación:
Una vez ubicados, chequeamos bien nuestra postura confirmando que estamos realmente cómodos y comenzamos a centrar la atención en la respiración. Soltando todo el aire de nuestros pulmones volvemos a inhalar y repetimos por tres veces. La respiración siempre la realizamos por nariz. Ahora mientras seguimos respirando vamos a comenzar a visualizar cómo con la llegada del aire que entra a nuestro cuerpo llega una energía de luz y de paz. Y cuando exhalamos dejamos que se vaya todo lo negativo que se encuentra dentro nuestro. Expulsamos lo malo, inhalamos luy y paz.
Campo verde: Ahora, y siempre respirarando de esta manera, vamos a visualizar un bellisimo prado con verde vegetación, vemos como brilla el sol y la temperatura es justa. Vamos a imaginar que nos colocamos sobre la hierba de la manera que más nos agrada y respiramos profundamente. Y nos sentimos más y más relajados, con el aroma del ambiente nos va llegando una sensación de felicidad que nos provoca una sonrisa.
El fuego: Comenzamos a visualizar en el horizonte una fogata y empezamos a caminar hacia ella. A medida que nos vamos acercando también comprendemos que tiene toda la belleza que nos atrae del fuego pero que no tiene las propiedades que pudieran perjudicarnos, es decir este fuego no quema como el de la realidad sino que tiene todo lo bello del fuego y que sólo quema lo que le ofrecemos en ese plano. Ahora vemos como crece una llamarada brillante que sobrepasa nuestra altura. Nos acercamos aún más, pues vamos a purificarnos con ese fuego, ingresamos justo en el centro de la llama y todos esos malos recuerdos, esas malas sensaciones que hay en nuestro interior son quemados y hechos cenizas. Esas cenizas van a fertilizar todo lo bueno que existe en nosotros. Y serán abono para nuestra felicidad. Nos quedamos el tiempo necesario.
El aire: Habiendo utilizado el primer elemento nos sentimos más livianos, y después de haber salido de la llama de fuego seguimos nuestra caminata por el prado y vamos sintiendo como una leve brisa nos traspasa. El aire se va haciendo cada vez más y más fuerte y suavemente comienza a levantarnos del suelo y comenzamos a volar. En este plano y gracias a ese viento, nos sentimos livianos, libres para hacer aquello que traiga a nuestras vidas felicidad. Tomamos el tiempo necesario para deleitar esta sensación.
La tierra: Ya hemos utilizados dos de los elementos ahora comenzamos a bajar lentamente hacia a la tierra. Y cuando aterrizamos comenzamos a caminar con fuerza, estamos descalzos y pisamos la tierra con fuerza, mientras caminamos podemos encontrar piedras, arena, barro, elijamos cualquiera de estos productos y nos deleitamos con ellos, tocando, sintiendo.
Ahora visualizamos en el horizonte una gran roca. Caminamos hacia a ella, vamos a tocalarla y abrazarla. Vamos a recibir de ella toda su fortaleza, su firmeza y su estabilidad para nuestra vida. Utilizamos el tiempo necesario para recibir esa energía.
El agua: Ahora encontraremos el 4 elemento, continuamos caminando, visualizamos una catarata de agua cristalina. Ya sabemos que en este plano las propiedades de los elementos no pueden perjudicarnos, así que nos acercamos y nos metemos debajo de la catarata sabiendo que allí se puede respirar. Sentimos como el agua nos penetra y empieza a llenar nuestros sentimientos con chorros de amor. Ese agua, es amor, así que nos dejamos inundar por ella. Tomamos el tiempo que necesitamos para ello.
Hemos utilizado y tomado de los 4 elementos fundamentales de la naturaleza pero de este otro plano. Sabemos también que podemos regresar tantas veces queramos. Ahora nos preparamos para regresar al mundo real y aplicar lo que hemos recogido por ello nos sentimos plenos, felices, deseosos de vivir.
Muy despacito vamos regresando, sentimos la respiración por tres veces y cuando deseamos vamos abriendo los ojos.
Autoría: **MarcelaH®**