El 24 de junio, se celebra el nacimiento de San Juan, considerado por la iglesia quien preparó a la humanidad para la llegada de Jesús. Su nacimiento ocurrió en una fecha muy cercana al solsticio de verano (hemisferio norte). Por ello se considera propicio aprovechar las poderosas energías solares actuando en la Tierra.
En varios países europeos, se festeja ese día con estruendosos fuegos artificiales, con hogueras, simbólicamente el fuego tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplan.Pero además actualmente realiza como ritual que quienes lo pasan por encima y piden deseos tienen más posibilidades de que los mismos sean cumplidos o meterse en el mar concentrándose en el pedido de deseos.
Se cree que el fuego dará protección todo el año a aquellos que se atrevan a saltar por encima de las llamas. El ritual marca que es necesario saltar siete o nueve veces para asegurar el cumplimiento del deseo.