REFLEXIONES DE "CUADERNOS DE NOTAS" Y OTRAS DE "EL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO" DE Emil Michel Cioran

El pensador Emil Michel Cioran es muy reconocido como pesimista, nihilista, favorable al suicidio, odio a si mismo y al significado de la existencia. Sin embargo, existen cientos de frases que al ser leídas sin pensar en las características del autor, nos promueven a la reflexión para aplicarlas en la VIDA.



  • Una vida sin fracasos importantes, misteriosos o sospechosos no nos seduce.
  • Todo cambia en una persona a lo largo de los años, salvo la voz: Solo ella asegura la identidad de un individuo. Habría que tomar las "huellas vocales"
  • Ionesco me dice que en el monologo de Hamlet solo hay trivialidades. Es posible, pero esas trivialidades agotan lo esencial de nuestras interrogaciones. Las cosas profundas no necesitan originalidad.
  • Me gustaría olvidarlo todo y despertarme un buen día delante de una luz virgen, como el día siguiente al de la creación.
  • Así fue como estuve a punto de alcanzar mi momento supremo. Pero creí preferible continuar el paso.
  • Aceptarnos tal cual somos: la única forma de evitar la amargura. En cuanto "nos negamos", en lugar de pagarlo con nosotros mismos, lo pagamos con los demás y ya solo segregamos hiel.
  • Siempre he buscado paisajes anteriores a Dios. De ahí mi debilidad por el Caos. Sólo me entiendo bien con alguien que se encuentra en lo más bajo de sí mismo, sin el deseo ni la fuerza de recuperar sus ilusiones habituales.
  • Hay que aferrarse a una tarea y sumirse a ella; es la única forma de suprimir ese intervalo que nos separa de las cosas y del que esta hecha la conciencia. Conciencia, es decir, no participación.
  • En el dolor intenso , como en la voluptuosidad, el tiempo encoge hasta las dimensiones del instante; no supera el horizonte de la sensación.
  • Más de una vez se me ha ocurrido salir de casa porque, de haberme quedado, no estaría seguro de poder resistir a alguna resolución súbita. La calle es más tranquilizadora porque se piensa menos en uno mismo, y porque en ella todo se debilita y se deteriora, empezando por las angustias.

Alguien, no sé quién, dijo que no debería uno privarse del "placer de la piedad". ¿Se ha justificado alguna vez a la religión de manera más delicada?